lunes, 18 de junio de 2012

Método Carcelario, Penas y Castigos del Sistema Colonial Venezolano 1770-1799


Universidad Central de Venezuela
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Historia
Electiva Cárcel, Castigo y Violencia

Jesus Calderin

Método Carcelario, Penas y Castigos del Sistema Colonial Venezolano 1770-1799

Caracas, 09 de junio de 2010

Método carcelario, penas y castigos del sistema colonial venezolano 1770-1799.

De las cárceles:
La cárcel: Local destinado a reclusión de presos. DICCIONARIO Encarta 2004.
La cárcel: Edificio donde se custodian a los presos. DICCIONARIO Larousse.
Las cárceles en la Venezuela colonial, eran lugares de permanencia mientras se esperaba a ser condenado o absuelto, según lo ameritare el caso, dependiendo del tipo de delito en el que incurría el detenido. No eran lugares vistos para la reprensión de ningún ciudadano. De esta misma forma, tampoco eran lugares que, a nivel de infraestructura, contaran con las condiciones propicias para permanecer por largos períodos. No obstante se conocieron muchos casos de abuso o de permanecía por largos períodos de tiempo, en donde se aplicaron ciertos métodos que no eran adecuados según el orden jurídico de la época.
Es bien sabido que durante todo el proceso colonial, la libertad no era vista como un derecho propio del ser, sino más bien una condición que se encontraba coaccionada por el tipo de sistema social que yacía en el territorio, es decir el sistema estamental.
 Para Joaquín Escriche, en su Diccionario razonado de Legislación y Jurisprudencia, la cárcel es:
“La casa pública destinada para la custodia y seguridad de los reos. Solamente los tribunales de justicia pueden tenerla; el particular que por su propia autoridad hiciere cárcel o cepo o cadena, y aprisionare hombres en ella, comete un delito de lesa majestad, y debe ser castigado con pena de muerte, en la que también incurren los Oficiales de Justicia del lugar donde esto sucediere, que sabiéndolo no lo castiguen, o no lo vedaren, o no lo hicieren saber al gobierno; Ley 15, tit. 29, Part. 7, y Ley 3 tit. 33, Lib.5, Nov.Rec.11.”   

En el concepto de cárcel de Escriche, se haya las remisiones a las leyes que se mantenían vigentes durante la época colonial venezolana. Siendo una de este conjunto de leyes las 7 Partidas de Sabio Rey D. Alfonso el IX, que en el caso de hacer cárcel sin consentimiento del Reino de España dicta lo siguiente:
“Ley 15. Que pena deven aver aquellos que fazen cárcel de nuevo sin mandado del rey.
(…) El que tomare por fuerza preso de cárcel, ó lo tomare al oficio que lo tiene preso ó lo embargae que lo prenda, si meresele pena de sangre, esa misma pena debe haser esta atal. Et si otra penamereciese por la osadía que fizo, debe si fuera Fidalgo yacer medio año en la cadena, et seer echado por dos años de la tierra: et si non fuere Fidalgo debe yacer un año en la cadena et seer echado por dos años de la tierra.(…)
A veces puede ser mayor la pena como si el reo coya evasión se procuró fuese confeso o condenado por algún crimen.”

            Ciertamente estas leyes se mantenían, en buena medida, como parte de lo que se puede denominar el “orden establecido”; pero aun así existieron lugares que fueron creados para implantar castigo, aun y cuando lo que se aparentara fuese otra cosa.
            Uno de estos lugares fueron las “Cárceles Vecinales”, las cuales se iniciaron en 1779, como respuesta a una problemática en los lugares que no poseían algún sistema de detención de personas que cometieron delito, como por ejemplo los caseríos o lugares poco poblados y apartados. Estas cárceles tuvieron una duración de unos 10 u 11 años aprox. Siendo las mismas suspendidas por la Real Audiencia debido a su uso descontrolado.
            Y, ¿Por qué podrían ser vistas estas cárceles como lugares de castigo o de abuso hacia el detenido?
            Primero: Porque estas cárceles eran creadas por civiles, manejadas y vigiladas por civiles. Lo que indica que podían hacer lo que quisieran, siempre que no se escandalizaran o se corriera la voz del abuso.
            Segundo: Porque en estos lugares se podían aplicar métodos de castigo, que eran administrados por los dueños de las casa que eran utilizadas como recinto de manera rotativa. En muchos de los casos los detenidos eran martirizados con más de un método de castigo (cepo, cadena y grillete), por los cuales el mismo no podía moverse, no podía tomar ni comer nada. No obstante no poseía atención sanitaria, por ende terminaba haciéndose sus necesidades fisiológicas encima de sí mismo. Esto provocaba un caso de insalubridad y de desconsideración hacia el que se hallaba en estas condiciones.
            Tercero: En estos lugares podían haber detenido a una persona por sospecha de delito, por haber sido encontrado, presuntamente, merodeando la zona con intención de delinquir, o por simplemente haber visto mal o tropezar a algún vecino de la localidad donde se mantenía el sistema de cárcel vecinal.  Esto promovía descontrol del sistema y abuso.
Por estos motivos, la cárcel vecinal no logró el éxito que se quiso en un determinado momento.  Fue un modelo fallido que cobró, muy a pesar de todo, 10 años de malos tratos hacia los que cayeron en este sistema, que en su mayoría fueron esclavos y ladronzuelos.
                        Entonces ¿Cuáles eran las cárceles por excelencia, destinadas a la detención de personas que incurrían, o sobre las que se presumía incursión de delito?
            En el libro de la profesora Ermila Trocois de Varacoechea Historia de las Carceles en Venezuela (1600-1890), se encuentra un esbozo detallado de los tipos de cárceles para la época colonial, descripciones especificadas, sus composiciones y finalidades. Las cuales fueron:
            Las cárceles Eclesiásticas: Destinada a personas que incurrían en delitos de herejía, blasfemia,  hechicerías, incesto, etc. Es decir delitos que atentaran contra lo profesado en el catolicismo, la moral y las buenas costumbres. En su mayoría albergaban personas blancas.
            Las cárceles Reales o de Corte: Era un lugar destinado a los detenidos por causas de delito civil. Esta fue la cárcel más concurrida, y la que posteriormente pasaría a ser parte del sistema carcelario que conocemos en la actualidad (naturalmente en conceptos diferentes, y bajo otros parámetros). Vale la pena resaltar que en esta cárcel eran detenido solo los blancos y alguno que otro de menor abolengo.
            Las Casas de Corrección: Eran destinadas para la detención de los que incurrían en delitos de sublevación o lo que denominaban ser “malos”. Es decir esta cárcel solo albergaba a los pardos y negros, libres o esclavos.
            Hospicio y Cárcel de mujeres blancas: Esta cárcel fue destinada a las mujeres blancas, señoras de la sociedad, muchas de ellas de apellidos reconocidos y que incurrían en delitos de vagancia, escándalo y otros casos civiles d baja intensidad. Las negras y pardas eran llevadas a las Casas de Corrección.
            Las Alcaldías de Barrios: Eran instituciones encargadas de mantener el orden en sus distintas jurisdicciones. Entre algunas de sus funciones se encontraban las de velar por el orden público, evitar los juegos, los escándalos, y todo lo referente al ámbito policial.
            Cárceles Indígenas: Eran las destinadas a los indígenas, ya que poseían sus propios alcaldes denominados dentro de sus comunidades. Estas tenían como finalidad reprender a los que incurrían en delitos de escándalo, faltar a las misas, etc. Los que cometían delitos civiles graves eran trasladados a la cárcel Real pasando primero por la cárcel indígena.  
            Otros sitios de reclusión: Eran distintas formas de reclusión en condiciones y de forma diferente a las anteriores. Entre los más comunes destacan el arresto domiciliario y la tutela con familias distinguidas, aplicados a mujeres blancas. Las fortificaciones de algunas ciudades o pueblos para detenidos militares y algunas excepciones de casos civiles.
            Todas estas cárceles eran distintas, poseían diferentes condiciones, en algunas había más espacio a nivel de infraestructura, a demás de poseer mayor seguridad; En otras simplemente existían condiciones muy precarias, sus estructuras eran poco seguras y no proporcionaban lo necesario para su permanencia en calidad de detenido. Pero todas tuvieron algo en común, y fue el castigo que recibieron muchos de los detenidos. Si bien es cierto que no todas fueron terribles centros de tortura, por lo menos por cada cárcel hay más de un caso donde se aplicaba castigo corporal. Claro está que es difícil encontrar muchas pruebas de esto debido a que muchos de los casos no están datados. En una de las cárceles donde más se abusó de los detenidos fue la cárcel Eclesiástica. En ella se proporcionaban, si se quiere, los castigos más “morbosos y sádicos” en el cumplimiento del sufrimiento (corporal y psicológico). Ya que los curas y miembros del clero, sentían un gran placer al proporcionar dolor a sus detenidos.
            Ya en este punto y habiendo hecho un somero recorrido por los distintos lugares carcelarios coloniales, caben distintas preguntas que nos hacemos cuando estudiamos estos casos, y son:
            ¿Las cárceles coloniales pudieron ser centros de rehabilitación? ¿Eran centros de tortura? ¿Estaban destinados a ser lugares donde se permanecía sin ser sentenciados o siempre hubo sentencias?
            Pues según mi investigación, y lo estudiado en la materia electiva Cárcel Castigo y Violencia del profesor Fausto Torella de la Escuela de Historia de la UCV, no puede aseverarse ninguno de estos planteamientos de manera generalizada y absoluta; no obstante se pude reconocer que, no eran centros de rehabilitación, ya que no estaban destinados a educar al individuo, sino que por el contrario estos lugares hacían que las personas salieran en peores condiciones, en mucho de los casos. Por otra parte eran lugares donde se aplicaban mecanismos de tortura que atentaban contra el cuerpo a manera de castigo, buscando aprehender al que yacía internado en la cárcel.
Uno de estos ejemplos de castigo lo hace la profesora Ermila en el texto Ordenanzas de Cárceles, de su libro Historia de las Cárceles en Venezuela (1600-1890), en la sección de “Cárceles Eclesiásticas” pagina 25. Aquí hace referencia a un caso donde el Obispo Tovar en (1640), aplicó a sus detenidos torturas y castigos vejatorios terribles. Es decir el Obispo cumple una función “tanto de policía como de juez”.
Este caso demuestra que efectivamente se aplicaron castigos no justificados, en los que se les reprendía repetidas veces, colocándoseles castigo sobre castigo, imperando así abuso de poder, uso indebido de la autoridad eclesiástica, maltrato por placer y practicas poco compasivas.
            Debido a la problemática carcelaria y a los abusos que se cometieron en las cárceles vecinales y demás instituciones destinadas para tal fin, se implementó un sistema que ya era conocido casi dos siglos atrás en México (1560), pero que en Venezuela se comenzó a implementar a partir de 1789, y fueron las denominadas visitas de cárcel. Este método tenía como finalidad controlar, en buena medida, el sistema carcelario. A fin de poder determinar los abusos que se cometían, que personas no habían sido procesadas, en qué condiciones se encontraban, y si se estaba intentando persuadir a la violación de las reglas de la Real Audiencia de Caracas o las de alguna otra autoridad a servicio del rey.
            La visita de cárcel podría verse como un conato de los “derechos humanos”, lo que sería anacrónico si se intenta comparar con los modelos que existían durante la colonia; pero que intentaba controlar un sistema al cual jamás se le había dado la importancia que ameritaba, tomando en cuenta que a nivel estructural las cárceles no contaban con la infraestructura adecuada, ni con la vigilancia necesaria para el resguardo del detenido.
            Un ejemplo de las visitas de cárceles en la Venezuela colonial fue el siguiente: (Ubicar en el anexo Nº 1)

(Solo enmiendas en las abreviaturas)
Folio: 21
Ubi: Civiles
Visita de cárcel del año             
      Nº 17  
 1797
Caracas
Lista de los presos que se hallan en la
Real Cárcel de Corte día 28 de enero
De 1797.
De la real Audiencia

Florencio Berría………Omicidio        Sentenciado….  Diciembre…..21     93 
            ----------------no se entiende el nombre del detenido----------
Fernando Aguilar…….(Ilegible)        Para alegar….   Enero……….8       95
(Ilegible) Aparicio…...
                                    Omicidio       En prueva ….    Febrero……..28      95
Gregorio soriano……
         ---------------no se entiende el proceso-------------
Domingo Silva…..       Omicidio       Para alegar…     Marzo……… 24     95
Francisco Silva…        Omicidio       Para sentenciar..abril…………16      95
____Continua la lista de presos, prácticamente todos por Homicidio_____
   
            El encargado de hacer la visita de cárcel, toma nota del nombre del detenido, la causa de su detención, el estado del caso y la fecha correspondiente al año que tiene en esa cárcel. Es curioso observar que hay casos del año 1795 faltantes de sentencia o por alegato y estas personas tienen dos años detenidos, ya que la visita se está haciendo en 1797. Pues vale la pena destacar que si se comprueba que estas personas son inocentes o pena es menor al tiempo que pasó en la cárcel, habrá perdido todo este tiempo detenido.
(Ubicar en el anexo Nº 2, 3 Y 4)
(Solo enmienda en las abreviaturas)
Folio: 21
Ubi. Civiles

Visita de los Presos que se Hallan en la cárcel de Corte
Hoy 3 de Junio de 1797

Nombres      Vecindario       Delito       y      Estado de las Cauzas – Tiempo (…)
De la Real Audiencia

Manuel Gutierrez…Tocuyo…Homicidio…En el S Fiscal para alegar…Sep16  94 

Fernando Aguilar...Caracas..Varios Delitos..Para Sentencia…. Enero    8     95

Petronila Aparico...
Y                        … Santa Maria..Homicidio..Con Prueva …...Febrero    28    95   
Antonio Soriano…

Juan Domingo Silva.. Calavozo. Homicidio.Con proceso para Alegar de Bien                        Probado   …………………………………………………………Marzo       24    95

José Francisco Silva…Barquisimeto..Homicidio..En el Relator por sentencia…………………………………………………………..Abril          16    95

______Continua la lista de presos, prácticamente todos por Homicidio_______

            En esta lista de presos de la cárcel Real, se denota con mayor detalle el proceso que le sigue a cada caso, y la ciudad de procedencia de los detenidos. Es una lista que se extiende a más de 20 detenidos, con sentencia y en espera.
            En otra lista ubicada en el mismo folio 21 de visitas de cárcel se encontró esbozado al lado de los nombres de los presos, su abolengo. Es decir se distingue quienes eran esclavos y quiénes no. (Ubicar en el anexo Nº 5 Y 6) 

(Solo enmiendas en las abreviaturas)

Nombres     Vecindarios     Delito       Estados de las Cauzas          Tiempo(…)

Del Señor Presente

Jose Manuel y
                             Esclavos..Caracas…Cimarrones…Sin Proceso…Julio 12  96  
Juan Cruz Ybarra

Maria Magdalena…………... Por prostituta……Sin Proceso……Mayo   21   97

________Continua la listas, con sus separaciones y orden de fechas______

            En estos casos, como lo mencionaba anteriormente, se menciona la clase social, para distinguir al procesado, ya que así se podía entender el comportamiento que tuvo y el delito que se le imputa. Un delito como el denominado como “Cimarrón”(salvaje, arisco, alzado), es atribuido a los negros que se sublevaban o que no querían aceptar los abusos de los patrones.
            En cuanto a la permanencia de estos encarcelados, no todos duraron mucho tiempo sin ser sentenciados, otros pasaron años en una cárcel sin ser procesado, otros simplemente fueron condenados a muerte y otros absueltos. De cualquier manera es muy probable que no haya sido agradable permanecer tanto tiempo en estos lugares, donde las condiciones eran duras y poco antisépticas.
           
            De los Castigos y las Penas 

            En el Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia de  Joaquin Escriche:
“Las penas se dividen en corporales y no corporales. Corporales son además de la capital, la de azotes, vergüenza, bombas, galeras, minas, arsenales, presidio, destierro del reino y prisión o reclusión por más de seis meses (…)”

            Una vez que se está en alguna de las cárceles coloniales mencionadas al comienzo de nuestro análisis, es de esperarse que el privado de libertad recibiera una condena según su delito y por ende un castigo. Entendiéndose que durante la época colonial el fin de aprehender a alguien no era educar, sino por el contrario era castigar para infundir respeto a través del miedo. Se castiga de manera severa y sin contemplación, y se hace directamente al cuerpo.
            Estas penas corporales podían ser públicas o privadas. Y en el caso colonial venezolano constaban de azotes (Max. 200) según el delito. El escarnio público acompañaba esta pena, a fin de demostrar lo que puede pasar si se comete este tipo de delito que ameritó el escarmiento.
            Vale la pena acotar que también existían otro tipo de castigos, que podían ser sumados al antes mencionado o simplemente ser aplicado sin adicionales. Si bien es cierto, estos otros castigos no agreden directamente el cuerpo mutilándolo, en gran medida lo hacían mediante la agresión psicológica, que al afectar la mente y la psiquis, quien a su vez  perturba el organismo físico, es decir al cuerpo, termina causando daños irreversibles en el ser. 
            Estos castigos eran el embargo de bienes, galeras y destierro, entre los más destacados. En muchos de los casos se aplicaban hasta dos de estos castigos, tal y como lo hacia el Obispo Tovar según la investigación de la profesora Ermila Troconis, que dicta:
“El Obispo Tovar, actuando como único juez, sentenció condenando a Navarro de Villavicencio a sufrir, además, la pena de 200 azotes, más seis años de galeras y destierro perpetuo, todo con nota de “infamia”, lo cual significaba hacer pública vejación de su falta, a través de escritos pegados en las paredes y puertas de las iglesias.”    
           
Esta clase de abuso de autoridad que se escondía detrás de la fachada eclesiástica, siempre estuvo presente en las Cárceles Eclesiásticas, llegando a ser las más temidas y aborrecidas por los que en algún momento pasaron por allí o aquel que conocía algún relato sobre las practicas salvajes de tortura.
Los padres de iglesia tenían la particularidad de enseñar a los verdugos a aplicar los mecanismos de tortura a los que yacían encarcelados. Todo esto para que no solo se ejecutara la pena de muerte, por parte del verdugo, sino que además hubiese una cantidad de métodos entretenidos que divirtieran el espíritu morboso de los que se hacían llamar hombres de fe.
Debido a la división estamental, los castigos o penas se aplicaban según delito y abolengo. Es decir había castigos como el de la pena de muerte que aplicaba para todos por igual si el delito lo ameritaba; pero había otros delitos donde solo los negros recibían ese castigo, otros donde los indígenas recibían otro tipo y otro que aplicaba solo para blancos. Un ejemplo de esto era el embargo de bienes, que aplicaba solo a blancos y podía ser embargo parcial o total.  
Ahora bien retomando un poco el tema de la tortura y el castigo que se aplicaba directamente al cuerpo, vale la pena resaltar el trabajo del historiador y filósofo Michael Foucault (1926-84), quien hace una extraordinaria reflexión en su obra Vigilar y Castigar (1975), en donde trata temas de castigos corporales, terribles, en Francia:
“Damiens fue condenado el 2 de marzo de 1757, a (pública retratación ante la puerta principal de la iglesia de Paris) a donde debía ser (llevado y conducido en una carreta, desnudo, en camisa, con un hacha de cera encendida de dos libras de peso en la mano); después, (en dicha carreta, a la plaza de Greve, y sobre un cadalso que allí había sido levantado {deberán serle} atravesadas las tetillas, brazos, muslos y pantorrillas, y su mano derecha, asido en ésta el cuchillo con que cometió dicho parricidio, quemada con fuego de azufre, y sobre las partes atenazadas se le verterá plomo derretido, aceite hirviendo, pez resina ardiente, cera y azufre fundidos juntamente, y a continuación, su cuerpo estirado y desmembrado por cuatro caballos y sus miembros y tronco consumidos en el fuego, reducidos a cenizas arrojadas al viento.”      
 
            Lo aquí descrito por Foucault, no es ni la mitad de todo lo que sufrió el señor Demiens, quien fue acusado de parricidio, antes de morir. Y es a partir de aquí donde Foucault realiza una tesis sobre los actos de castigo corporal y de las leyes aplicadas a los condenados, entrando en desacuerdo con los métodos implementados.
            Aparentemente no hay conocimiento de actos tan atroces como este, implementados para castigar un delito en la Venezuela colonial. Pero difícilmente se podría saber si hubo alguno que no esté archivado y al cual se pueda acudir para su investigación.
            El filósofo y jurista italiano Cesare Beccaria (1738-1794), en su ensayo De los Delitos y las Penas (1764) plasma las siguientes ideas:
•          No es en ningún caso la voluntad del juez, sino las leyes, lo que puede dictar las penas.
•          En las leyes deben estar fijadas de manera minuciosa y comprensible las normas de convivencia. Cualquier persona debe poder saber de antemano si sus actos son constitutivos de delito o no, y cuáles son exactamente las consecuencias de los mismos.
•          Las penas deben ser tan leves y humanas como sea posible mientras sirvan a su propósito, que no es causar daño, sino impedir al delincuente la comisión de nuevos delitos y disuadir a los demás ciudadanos de hacerlo. (El ensayo es un alegato contra las penas de tormento o la pena de muerte, muy comunes por aquel entonces, que Beccaria considera inútiles y perniciosas).
•          Lo que más disuade a los ciudadanos de violar la ley no es la exagerada gravedad de la pena, sino la inexorabilidad de la justicia. No se debe aplicar castigos inhumanos, sino aplicar castigos relativamente leves pero con toda seguridad.
•          La tortura aplicada al reo para que confiese y/o delate a sus cómplices debe abolirse, porque beneficia al culpable fuerte y perjudica al inocente débil.
•          Las penas deben ser proporcionales a la gravedad de los delitos. Si todas las penas son igual de rigurosas, el delincuente cometerá siempre el delito mayor.
•          La única medida válida de la gravedad de un delito es el grado de daño que causa a la sociedad.
•          Las penas deben ser iguales para todos los ciudadanos, nobles o plebeyos.
•          El poder legislativo y el judicial deben estar separados.
•          La interpretación de la ley corresponde al legislador, no al juez.
•          La pena y el delito deben estar tan próximos en el tiempo como sea posible, para que aquella cumpla su fin. Deben fijarse plazos mínimos (aunque suficientes) para la presentación de pruebas, el juicio y la aplicación de la pena.

Todas estas ideas de Beccaria tienen como objetivo fundamental, proponer cambios en el sistema judicial europeo. Tiene una visión total de modificar las penas corporales por el castigo al alma, a la conciencia, para lograr una próxima reinserción del que infringió la lay, a la sociedad. El mismo está convencido de que el cambio se da si se permite un nuevo modelo de cárcel, que a través de las leyes permita corregir y no solo castigas o reprimir.
Una visión avanzada para su época y que muy tristemente ha sido abandonada como una buena tesis para el cambio.

Análisis Reflexivo:

 El estudio al sistema carcelario colonial venezolano permite una visión más amplia de lo difícil que ha sido intentar tener un mejor sistema, que permita la regeneración y posterior inserción de los privados de libertad en la sociedad.  Es muy lamentable que en tantos años solo hemos cambiado en apariencia, pero nuestras conciencias son prácticamente las mismas. Es decir, hoy en día trescientos años después tenemos un sistema crudo, que no ha terminado de cuajar, en el que el tiempo ha pasado muy lentamente.
No podemos lograr un cambio si no comenzamos por las basa de la sociedad, si no se rompen los paradigmas de la ignorancia a la hora de tratar con personas que pueden ayudarse a salir del foso de miseria en el que se encuentren, y que por ende la única salida que vean sea la delincuencia. Es necesario trabajar mancomunadamente con el estado a fin de llevar a cabo un buen plan de reinserción a la sociedad, de estos seres humanos que están pagando condena por algún delito de menor envergadura. Es necesario tomar conciencia de los actos que se cometen en las cárceles venezolanas, a fin de intentar acabar con los hechos de corrupción que ponen trabas en el sistema judicial, impidiendo que puedan ser procesados los detenidos.
Solo de esta forma y con un gran esfuerzo lograremos la sociedad que necesitamos para vivir hoy y nuestros hijos en el futuro.

             

BIBLIOGRAFÍA
ALONSO EL IX  Sabio Rey D., Las Siete Partidas”, Barcelona, España, Imprenta de Antoin Berques, 1844,p 384.

ECRICHE Joaquin, Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia, Colombia-Bogotá, Edi. Temis. S.A, 1987, p62.

FOUCAULT Michael, Vigilar y Castigar, “El cuerpo de los condenados”, Argentina, Siglo XXI Editores, 2002, p5.

TROCONIS de Veracoechea Ermila, Historia de las Cárceles en Venezuela(1600-1890),Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1983, p26.

lunes, 12 de marzo de 2012

Sensaciones



Único y silvestre, se sentía volar entre tanta amargura y pérdida. En un mundo en el  que quizá no valga tanto el hecho de ser quien no se quiere, lo importante es ser quien en realidad se quiere ser.
Único e impreciso, se niega a morir, se debate en una lucha constante que, literalmente, intenta sobrellevar. No se permitirá perecer mientras los portadores se nieguen dejarlo ir.
Único e imprescindible, es  el reto sentir que lo dominas, lo controlas, pero a su vez le sueltas la rienda para que corra libremente por todas partes.
Ni el más pequeño de los seres humanos se perdería jamás la oportunidad de tenerlo en sus manos, de sentirlo en su pecho, de estrecharlo en su corazón, de respirarlo con locura, de degustarlo con todo su sabor, de tocarlo con todos sus sentidos.
Único, sensible, necesario e imprescindible, es el amor.

Jesús calderin

Piropo Mío



Tan cantado como contado,
Cuantas veces has dejado,
Que te enamore al oído,
Aun cuando me siento perdido,
Y entre tu belleza sumergido.
En el aliento de tu sonrisa,
En el palpitar de tu corazón,
En el aroma de tu camisa,
Parezco perder la razón.
Este es mi despido,
Sin siquiera haberte rozado,
Te dejo este piropo mío,
Y tú me dejas enamorado.

Jesús Calderin

Esa que se llama Ella



Triste alegría, nubla el pensamiento,
Ironías de la vida, desacuerdos interminables,
Borrones y tachaduras que marcan,
Encuentros palpables por el dolor.
¡Pondré en remojo con ácido mis pecados!
Dictó la puta,
¡Ya puse mis sueños en cloroformo hace años atrás!
 Gritó de nuevo,
¡Ya nada puede hacerme daño!
¡Ya nada me puede marcar!
¡Ya la vida me ha juzgado en más de una oportunidad!
¿Te han juzgado aunque sea por un segundo?
Pregunto la puta al del traje negro,
¿Te expulsó tu dios de su casa por algún pecado tuyo?
Replicó de nuevo,
Y el del traje negro no pudo responder,
Se levantó de su silla y se retiró.
Ella sabía que dios no la dañaría,
Mientras que el hombre que dice tener la palabra divina,
Le cerrará siempre las puertas de la casa de su amado creador.
Ella empuña su crucifijo,  y lo guarda en su cartera,
Se persigna y sale al trabajo cada noche,
Sin sentimientos ni culpas.

Jesús Calderin

En el Último Minuto



Toca una y otra vez la puerta,
Rompe el silencio de la noche fría,
Toca la puerta y parece tumbarla,
Tratando de reclamarlo a la fuerza.
Lentamente pasan los minutos,
Y el silencio reina de nuevo,
Toca nuevamente la puerta,
Y el corazón se salta dentro del pecho.
Cae la puerta de golpe,
Y los nervios de punta lo paralizan,
Nadie cambia el destino de golpe,
Nadie escapa de su garra poderosa.
Vuelve a reinar el silencio,
La calma perfecta del minuto anterior,
 Ya su pecho dejo de sobresaltarse,
Y el sudor dejó de correr.
El que te reclama ya tuvo su parte,
Ya no tienes que esconderte más,
Ya no tienes que abrir los ojos,
Ya no tendrás que respirar.

Jesús calderin


¿Vivimos en mundos paralelos dentro del mismo espacio y tiempo?



Bueno en primer plano esto suena descabellado y poco convincente, pero cuando se ve de una manera metafórica, comienza a tener algo de forma. Este tipo de vida es más común de lo que creemos. Nos pasa a diario y pensamos que es solo parte del comportamiento despistado de algunas personas. A veces me doy a la tarea de meditar, de imaginarme ¿Qué ocurre cuando las personas llegan a un espacio reducido de 1m x 1m, sin que haya nadie más que tú y ese ente, y no escuches ni veas un ápice de cortesía? Pues es allí cuando en silencio absoluto, donde solo se escucha una leve respiración, un carraspeo o un suspiro de cansancio, comienzo a pensar al respecto.
Esta historia se repite en todos los planos, en todas las situaciones, en los espacios públicos, en los más privados, en todo momento y bajo cualquier circunstancia. Y es por eso que surge esta pregunta extraña y loca ¿Vivimos en mundos paralelos dentro del mismo espacio y tiempo? Donde esta concepción mental de universos más o menos independientes (como lo acota la wikipedia) se convierte en una realidad inminente de independencia absoluta. Es decir vivimos con un montón de personas, de distintos tamaños y edades, y es como si viviéramos solos, creyendo que vemos y  escuchamos  fantasmas.
Día a día esta situación se hace cada vez más difícil de entender, es un comportamiento asocial, perdón no puede ser asocial porque estas entidades conocen la sociedad, quise decir, es un comportamiento antisocial que se hace cada vez más frecuente y que cobra fuerza con cada minuto que pasa ¿Es quizá un comportamiento anormal del ser? ¿Es solo cansancio de relacionarse con los demás, lo que lleva al individuo a separarse de la ética? En realidad eso es algo que debería pensar el que lea esto, no yo, porque yo ya tengo un criterio al respecto, sabiendo que de lo que si estoy completamente seguro, es que esto va a terminar de destruir lo que queda de convivencia social. Nos estamos convirtiendo en seres humanos aislados y alejados de toda realidad.
Bueno en definitiva creo que cuando me detenga en un ascensor de 1 x 1 y escuche un ruido como si alguien estuviese allí, intentare cargar mis lentes infrarrojos para tratar de atrapar a esa entidad paranormal. O simplemente llegaré y diré, buenos días, tardes o noches, gracias, hasta luego, es muy amable, adelante…etc. En espera de que ese algo o alguien algún día pueda responderme.

Jesús Calderín  

Reflexión de Reflexiones



Parte I
Hoy estamos de aniversario y quise regalarte este ramo de rosas, me encanta celebrar, poder compartir un buen vino y hacer el amor contigo. La cena no  fue mi favorita, pero estaba buena, otro día puedes mejorar la técnica y así vas a dar en el blanco. Ya hoy no estamos de aniversario, ¡ya  amaneció mi amor! y me podrías haber hecho alguito para desayunar;  pero te quedaste dormida, otro día será, estoy apurado.
Parte II
Oye una pregunta ¿Por qué tienes tanto trabajo? ¿NO me podías planchar un poco la camisa? Está arrugada… Una mano no está de más.
Parte III
Sabes, ya tenemos un tiempo de casados, y TU sabias que esto era parte de un compromiso. Por lo menos has la cena. TU sabes que yo no cocino porque eso es de mujeres y de verdad no es mi área. A parte ¿Quién tiene más entrada de dinero? ¿Quién aporta más para la casa? ¡NO me digas que tu trabajo es más importante que el mío! Tranquila no hay lio, no tengo tanta hambre y me quiero acostar porque estoy cansado.
Parte IV
DE VERDAD YA NO SE COMO HABLARTE, NO ENTIENDO PORQUE ERES TAN INÚTIL, TENÍAS QUE SER MUJER Y POR ESO NO SIRVES PARA NADA. ESTOY ARTO DE PELEAR POR TU CULPA.
Disculpa mi vida, no quería pegarte, pero me provocaste, sabes que soy hombre y me sacaste de mis casillas. De verdad lamento hacerlo mi amor, pero solo quería que me dijeras donde estaban mis cosas… Ya no llores, de verdad no fue para tanto, se me soltó la mano.
Los gritos y los golpes que se oyen en éste piso no son normales…
Reflexión
El resto ya todos lo saben. Esto no es una cadena de Hotmail. Esto son solo los hechos del  día a día en nuestro país y en muchos rincones del mundo.
El final de esta y todas las historias se lo dan ustedes o cada una de las mujeres que son vejadas y maltratadas.
Piénsatelo todos los días. El abuso se mete en las venas en pequeñas dosis, igual que la heroína. Poco a poco te dopa hasta dejarte sin voluntad. Ya mañana es demasiado tarde para dejar al huésped que abusa de ti.
Nadie puede permitir se un autómata, nadie puede permitir ser oprimido por otro. Las mujeres son seres alados, frágiles, únicos y extraordinarios. Las mujeres son las únicas dadoras de vida. Las mujeres son seres humanos que merecen un lugar inmenso en la historia de nuestras vidas. Las mujeres son vida, y sin su vida nadie más vivirá.

Jesús Calderín



Llorando en Silencio



Ella estaba más fría e inmóvil que antes y su mirada se pierde en un punto lejano que es difícil distinguir. No tiene muchas intenciones de correr, no tiene muchas fuerzas para pelear, ya casi ni respira. Es un momento silencioso, y no porque ella lo haya decidido así, sino porque ha sido un momento obligado y desfasado.
Ya es de noche y no quiere volver, no quiere encarar un momento que no sabe como enfrentar, simplemente prefiere ahogarse en las poquitas lagrimas que corren por su rostro. Tan solo piensa que hace pocas horas Ella estaba, tranquila sonriendo y ahora está desganada y sin fuerzas, buscando la manera de cerrar los ojos por un momento y pensar que todo ha sido una pesadilla.
Ya ha comenzado a sentir la  soledad, la brisa es tan suave pero tan helada que se mete por lo huesos, lo que genera un miedo terrible; Entonces Ella comienza a gatear, recordando lo familiar de este acto que no hace mucho había dejado atrás, entre el barro y las hojas secas está intentando ponerse de pie, pero ella está muy débil. No se ha percatado que le falta un zapato, que su suéter y su bolso se quedaron a escasos metros. Simplemente quiere seguir hacia adelante sin voltear jamás hacia ese lugar oscuro y frio.
Lo logró, está de pie, pero aun se tambalea. Desorientada, asustada, sollozando y con un aspecto deplorable y muy andrajoso. Comenzó a recordar lo que le costó, hace tan poco, ponerse de pie y agarrarse de cuanta cosa veía para no caerse. Ahora está agarrada de un barandal, que divide el paseo municipal, de la calle; pero éste hecho no es tan agradable como el que recordaba, por el contrario, en el pasado se sentía insegura pero con alegría y emoción, ahora está insegura, triste, asustada y desmoronada. Quiere correr, pero no puede, quiere gritar pero no tiene voz, intenta salir de todo esto pero a su vez siente que se desvanece.  Ya pues, y habiendo pasado por todo este avatar, logro incorporarse y en una reacción casi violenta, comenzó a correr, comenzó a jadear sin parar, el desespero invadió su cuerpecito malogrado, y en poco momento ya estaba a orillas de la puerta del edificio donde vivía.
Ya no estaría más sola, ya no estaría insegura ya no hay que correr más. Ella está ahora en los brazos de su madre, ella está en posición fetal regresando, en sentido figurado, al vientre caliente y seguro de su progenitora.  Los llantos, los abrazos incontrolables, el desconsuelo visual, el desespero y la alegría de saber que ella estaba allí, eran una escena inimaginable, increíble que debía ser perpetuada en el tiempo.
La sangre, su ropa, los golpes y el parte forense  definieron la agresión, indicando que fue brutal y que había soportado un momento cargado de sufrimiento y desespero. Ella tuvo que pasar en tan solo un instante de un estado natural del ser, a un estado innatural forzado.
Ella es para mí una niña de 12 años, se llama Ella Hija de Todos, vive el cualquier lugar de nuestro mundo, su madre es cualquiera que tenga una hija, su padre pueda que esté o no. Ella es mi inspiración, Ella es todas Ellas, Ella es la que sufre en silencio y la que grita que quiere ser libre. Ella pudiera ser la hija que no tengo aun, pero que al escribir de Ella es como si la tuviese. Ella es la que nunca corrió, sino que yace hoy en algún cementerio o quizá nunca se encontró su cuerpo. Ella es mi preocupación y mi comprensión, queriendo que ninguna niña, joven o mujer pase lo que pasó Ella.
Jesús Calderín 

Cólera en una Esquina



En una esquina una meretriz, de muy baja categoría, intenta hacerse de un dinero que necesita para subsistir; en la misma esquina un perro orina un par de bolsas de basura que esperan ser llevadas al relleno sanitario. Un ambiente de poca brisa, moscas por todas partes, una calle muy tenue y de poco tráfico, lo que no garantiza una buena noche para la meretriz. El perro no tiene problema, el romperá un par de bolsas más en busca de huesos o menudencias. La prostituta, el perro, la luz, las moscas, las bolsas de basura, son solo una escena de muchas. Tan cíclica, tan parecida a todo, tan extraña y familiar a la vez.
Un borracho que camina hacia adelante y hacia atrás, que se tambalea entre la pestilencia del anís y un poco de alguna droga de baja categoría. Viene y va, va y viene, se acerca a la basura, espanta al perro e intenta hurgar. Hablando solo y diciendo un par de cosas entre dientes. La prostituta lo mira, y escupe dándose la vuelta, jadeando y quejándose. El borracho ni la mira y sigue en su quehacer, mientras el perro le ladra quejándose por la invasión.
La noche es más larga de lo normal, nadie transita la calle y un silencio invade el lugar. Un frio extraño sopla de repente, la meretriz se frota los brazos descubiertos, el perro se recoge debajo de un carro parqueado a la orilla de la calle, y el borracho ni se inmuta. Así transcurren las horas en una tétrica escena que no termina. Desidia, inmundicia y decadencia, es el cuadro dinámico que enmarca un mundo deplorable.
¡Qué triste la vida del perro! Que amargo sabor de boca y que experiencia visual tan indescriptible. Debe ser perturbante tener que lidiar con semejante situación, lo que de seguro hará que no vuelva a pasar por aquí. La suerte no favorece a todos y todos no favorecen a nadie, lo que hace que todo esto sea aterrador, indigno y de aspecto desagradable. En cuanto al borracho y la prostituta, es muy probable que permanezcan allí, ya que de no ser así mi visión no se deslumbraría constantemente al verlos. Las bolsas de basura quizás ya no sean las mismas, jamás me he detenido a ojearlas.
Jesús Calderín         

Tristeza y Soledad



Una rosa blanca deje caer sin saber,
Y al tocar el suelo se manchó de rojo,
Sangre de tus ojos vi caer,
Y todo ha sido culpa de mi ser.
Esa tarde te vi partir,
Entre llantos y sollozos,
Tanto dolor no podría resistir,
Ni los maltratos, ni los despojos.
Es hoy una cueva en el olvido,
Tu refugio y tu llanto,
Hace tiempo ya que me había ido,
Y conmigo se fue tu encanto.

Jesús Calderín

Soñando despierto



Como brisa llega tu aroma por la mañana,
me despierto y me pregunto ¿Dónde has estado?
Sin saber de ti en tiempos que ya no cuento,
Y en la espera inquieta de tu llegar.
No hay argumento que cubra mi desespero,
Pero no encuentro manera de explicarme,
Como tanto amor se pudo haber ido,
Y cuanto tiempo tardará en regresar.
No sé si lo que sentí fue un deja vu,
Pero parecía muy real tu llegada,
Quizá solo soñaba contigo esa mañana,
Y me quede dormido en la soledad.

Jesús Calderín


miércoles, 29 de febrero de 2012

HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA


UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE HUMANIDADES


HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA por Jesús Calderin
Análisis
Antropología e Historia, una y otra como dos hermanas, juntas e inseparables; pero a la vez cada una con sus distintos parámetros y mostrando sus atributos sin alteraciones en sus estructuras. Parece sumamente complicado tratar de ver la historia alejado de los estudios antropológicos y viceversa, pero esto no debe afectarnos ni causarnos contradicciones a la hora de estudiar dichas disciplinas.
No se trata de una mezcolanza de ideas y de estudios que en manos de profesionales se juntan sin ningún rigor para tratar de dar sentido a hechos y objetos a diestra y siniestra, ni mucho menos unos recoge huesos y pedazos de cerámicas que se dan a la tarea de observar por horas estos restos viejos de alguna cultura que yacía en algún espacio geográfico, y que posteriormente junto con una cantidad de investigadores de papeles deteriorados, comienzan a escribir como locos lo que creen que formó parte la vida humana. Tampoco este hecho quiere decir que deben ser vistas como agua y aceite, (juntas pero no revueltas). Sino como dos disciplinas con dos formas de estudios distintos, que mantienen un orden y un rigor estricto, y que se complementan a manera de- darse una mano- sin modificar la una a la otra.
Tal y como lo indica Keith, existen diferencias básicas entre la antropología y la historia, y es justamente lo que intenta denotar en el texto, sin deformar el concepto de cada una, y lo que las distingue como dos grandes disciplinas que estudian el comportamiento humano en sus desarrollos socio-culturales a través del tiempo. Una de estas diferencias es que en la antropología social moderna, posee mayor precisión en los estudios en comparación con la que se exponía en textos históricos interpretativos. ¿Pero que tenemos que tomar en cuenta? Que los textos antiguos no revelan una precisión absoluta de lo que pudo ser la realidad, así que no puede negarse ningún tipo de planteamiento antropológico aun cuando tuviese alguna imprecisión. Lo único que pudiese arrojar equivocaciones es la comprobación de dichas teorías es el descubrimiento de nuevos estudios antropológico que demuestren lo contrario.
La antropología generalmente es utilizada para realizar estudios de pequeñas civilizaciones, englobando todos sus aspectos como un todo, como por ejemplo los Incas en su desarrollo social, cultural, mítico religioso, etc. Mientras que la historia se encarga de separar los aspectos para estudiarlos en lo particular como por ejemplo historia de la cultura Inca o Historia mítico-religiosa de la cultura Inca. Definiendo así cada hecho por separado, aunque esto no hace que una disciplina sea más especifica que la otra, ni mucho menos les resta importancia o las desacredita.
La historia puede ampliamente tomar las referencias antropológicas, ya que las mismas arrojan datos más precisos sobre el estudio de alguna determinada sociedad. Esto es generado por la forma práctica de la antropología a la que he decidido llamar (pureza natural), que no es más que el contacto directo con el vestigio como muestra absoluta de la existencia de una determinada cultura. ¿Qué quiero decir con esto? Que la historia necesita, a mi modo de ver las cosas, obligatoriamente de la antropología para reconstruir cualquier hecho pasado que sea objeto de estudio. Por ejemplo, un vestigio de la cultura azteca que yace del año de 1450, complementado con un texto encontrado en los archivos de indias sobre la llegada de Hernán Cortés en el año de 1519 a México, puede darnos una idea de la vida de esta civilización hoy extinta tal y como fue concebida. Este pasaría a ser un magnífico trabajo de la historia de la cultura Azteca, como muchos que se han realizado con referencias similares.
De cualquier manera los análisis detallados realizados por los antropólogos en sus informes de investigación, complementan de manera contundente el trabajo del historiador. Y tal y como es señalado por Thomas, existe un estimulo mayor para que los historiadores lean antropología, y este estimulo no es más que la exquisita información que se encuentra inmersa en los estudios antropológicos, y que son de gran ayuda para la reconstrucción de hechos históricos.
Otro hecho relevante es que en la antropología los mitos y leyendas, son parte del un proceso que en cada cultura puede relacionarse con los comportamientos actuales, claro está que con evoluciones que se han presentado a través del tiempo. Mientras que los historiadores toman esto como hechos que se presentaron dentro de una determinada sociedad y que no necesariamente están aun presentes en los individuos que la conforman.
Un punto muy interesante que trata el autor es que el estudio de la familia inglesa aun no ha comenzado, y la antropología ha jugado un papel fundamental en la reconstrucción de hallazgos que contribuyen con el estudio de las descendencias, la herencia y los matrimonios, y que si la historia quisiera realizar trabajos sobre los hechos pasados de esta sociedad sin pretender pasar por estos estudios antropológicos, terminaría obviando muchos de estos acontecimientos, a tal nivel que podrían realizarse trabajos sumamente subjetivos y especulativos de poca validez. Vale la pena destacar que este detalle es sumamente importante para los estudios de reconstrucción histórica. En el caso particular de la América prehispánica la antropología ha sido clave y de gran valor, ya que sin los estudios realizados por los antropólogos sería casi imposible conocer a cerca de todas las diferentes culturas que habitaban el continente antes de la llegada de los conquistadores. ¿Por qué? Sencillamente porque las fuentes historiográficas existentes datan de la llegada de los españoles, desde Colón en 1492, pasando por Bartolomé de las Casas a partir de 1511 y posteriormente toda la serie de cronistas, exploradores y naturalistas que emprendieron viajes al continente. Todas las fuentes anteriores compuestas por pictogramas,  expresiones en pinturas y utensilios, que sumado a las ruinas de los asentamientos de los aborígenes ya desaparecidos en su mayoría, conforman la variedad de pruebas existentes que dan fe de las diferentes formas de vida de nuestros antepasados, toda esta como parte de la tarea y del esfuerzo que desempeña la antropología.
No todo son diferencias entre la antropología y la historia, pero tampoco todo es similitud. Son disciplinas diferentes que mantienen una dialéctica constante bajo los mecanismos estructurales por los cuales están conformadas. El dinamismo es constante e indetenible en ambas, y sus ambiciones en parte son las mismas; la lucha por la investigación y la veracidad de los hechos pasados, sin perder de vista sus estructuras sociales y los rasgos característicos que definen a dichas culturas pasadas. La influencia en las sociedades futuras, sí son un factor fundamental en la historia, y a pesar de que el positivismo casi haya acabado con el sentido verdadero del estudio histórico, bien vale la pena agradecer el esfuerzo de los etnohistoriadores que han trabajado incansablemente por reivindicar la validez de las fuentes orales y los hallazgos que los antropólogos han estudiado durante tantos años, a fin de poder darle un bien merecido puesto en la historia a todas aquellas culturas paradas que no dejaron fuetes escritas que certifiquen su existencia.         
         

Resumen analítico de la “Carta a los Españoles Americanos” de Juan Pablo Viscardo y Guzmán.


UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE HISTORIA

JESUS CALDERIN        
Resumen analítico de la “Carta a los Españoles Americanos” de Juan Pablo Viscardo y Guzmán.
Bien sabido es que el tema de la conquista ha sido estudiado de diferentes perspectivas a lo largo de los siglos. Cantidades de informes de cronistas, exploradores y viajeros conquistadores que surcaron los mares en busca de oportunidades, riquezas e información, sirvieron de soporte para llenar las bitácoras sobre los acontecimientos. De este mismo modo tres siglos después (siglo XVIII) una nueva gesta se comenzaba a anunciar en el continente americano, y esta vez ya no se trata de conquista, sino de independencia.
De esta manera y una vez remontado a la segunda mitad del siglo XVIII, aparece un escrito que pudiera tener relación directa con los movimientos preindependentistas en el continente americano. En particular se relaciona con la motivación del General Francisco de Miranda, en sus intentonas por conformar una junta liberadora para Suramérica, específicamente para Venezuela. Este escrito de particular influencia es el del Abate Juan Pablo Viscardo y Guzmán (1748-1798),  del cual no se tiene con exactitud el idioma en el que fue escrito, mas sin embargo la “Carta a los Españoles Americanos”, ha sido considerada una de las proclamas precursoras de la  independencia en la América hispánica.
El Jesuita Juan Pablo Viscardo y Guzmán, nacido en Pampacolca - Región de Arequipa en el  Perú en el año de 1748, residió en esta ciudad hasta que la orden religiosa de los Jesuitas fue expulsada del país. Desde este momento viajo a Italia para residenciarse en un pueblo cercano a Génova, tras una larga espera para obtener la autorización para regresar al Perú, lugar que consideraba su “patria”, para poder recuperar sus bienes confiscados durante su exilio; pero le fue negada la petición. Años más tarde en 1780, tras recibir la noticia de la sublevación del líder indígena Túpac Amaru II en el Cusco, decide unirse a la causa y prestarle su ayuda.  Tras no saber que esta sublevación ya había sido reprimida brutalmente, decidió escribir al Cónsul inglés John Udny y se ofreció a ser parte de una de una acción revolucionaria, trasladándose así a Londres en 1782, permaneciendo allí un par de años.
Tras su visita a Francia a mediados de 1791, culminó la redacción de la “Carta a los Españoles Americanos”. Se presume que el idioma en el cual fue escrita originalmente fue el francés, y es en esta misma lengua en la cual  llega a manos del General Francisco de Miranda, donde comenzó a circular en la clandestinidad. Esta edición fue impresa en Londres con un sello falso de edición perteneciente a Filadelfia el año de 1799. Ya para el año de 1801, Francisco de Miranda hace imprimir una edición al idioma castellano, para que circule ampliamente por la América hispánica. Y es en 1808 cuando se realiza la segunda edición del manuscrito en ingles.
En la carta el Abate Viscardo refleja lo que él considera un aprovechamiento y un engaño hacia el indígena y el  criollo en las colonias españolas, afianzando su visión con un sentimiento de patria que se contrapone a los hechos “El nuevo mundo es nuestra  Patria, su historia es la nuestra y es en ella que todos nuestros deberes esenciales, nuestros mas caros intereses, nos obligan a examinar y a considerar atentamente el estado de nuestro presente situación”. De esta manera Viscardo hace énfasis en el trato que se les da a los “españoles americanos” exhortándolos en gran parte a reaccionar ante estas situaciones. En sus reflexiones indica que “la naturaleza nos ha separado de España por medio de inmensos mares”, por lo que  “proclama nuestra independencia natural”.
“ingratitud, injusticia, servidumbre y desolación”, son las palabras que definen el contenido del texto de Viscardo, un punto que sirvió de motivación a hombres como Francisco de Miranda, en el caso venezolano para sentir que había un sentimiento de lucha por los interese de aquellos que vivían bajo el sistema colonial y el dominio español. Es un texto encendido, cargado de contenido analítico e ideológico.  

 Análisis de la “Carta a los Españoles Americanos” de Juan Pablo Viscardo y Guzmán.
La carta de Juan Pablo Viscardo y Guzmán a los “españoles americanos” es una referencia de los primeros escritos sobre la idea de un intento por crear un movimiento emancipador en la América hispánica. Bien puede tomarse este texto como una fuente historiográfica válida para la comprensión de este primer intento independentista, mas no obstante debe estudiarse con sumo cuidado debido a la forma como se publico y se distribuyo el texto.
Los problemas que se han suscitado a la hora de identificar en que idioma fue escrito el texto, pueden ser un punto de desconfianza a la hora de utilizarse como única fuente para realizar una investigación dentro del contexto histórico en el que fue realizado el manuscrito.  De igual manera esto no quiere decir que no sirve como referencia para la comprensión ideológica del autor y su entorno.
Otro factor importante es la intencionalidad que tal vez quería plasmar el autor. Como es bien sabido Viscardo junto a su congregación Jesuita fue expulsado del Perú, hecho que pudo ser determinante para que quisiera tomar la pluma y escribir de una  manera más determinante. En otro caso, el hecho de que el autor hiciera conocer su texto, aunque de manera clandestina, poniéndolo en manos de un hombre que ya traía las ínfulas ideológicas por las luchas emancipadoras como lo fue Francisco de Miranda, despierta curiosidad por entender las razones de Viscardo.
Por ultimo quisiera acotar que el texto está enfocado plenamente hacia la idea de lucha por los nuevos ideales, y por la conformación de una “Patria”. Es muy probable que Miranda utilizara este texto para generar mayor emoción entre sus seguidores y de esta manera comenzar la gesta emancipadora que años mas tardes se generó.  De cualquier manera no puedo afirmar que este texto fuese el detonante para que se comenzara el movimiento independentista, ni que el mismo fuese utilizado como panfleto generador de ideas. Sino que por el contrario este movimiento se genero por situaciones insostenibles entre el continente americano y las relaciones con la península Ibérica.


martes, 28 de febrero de 2012

Vallenilla Lanz y Federico Brito Figueroa, las dos caras da la moneda.


Universidad Central de Venezuela
Facultad de Humanidades
Escuela de Historia
Jesús Calderin




Vallenilla Lanz y Federico Brito Figueroa, las dos caras da la moneda.









10 de diciembre de 2007




La guerra de Independencia de Venezuela en la visión positivista del historiador Laureano Vallenilla Lanz, y las distintas divergencias presentadas ante la visión marxista del historiador Federico Brito Figueroa, por Jesús Calderin.

La guerra independentista venezolana ha sido producto de diversas investigaciones puestas en escena, y todas muestran distintos matices de opinión con respecto a los hechos. En la visión positivista manejada por el historiador Vallenilla Lanz, se presenta un enfoque orientado en una guerra civil provocada por una lucha de poder netamente interna. Para el historiador Brito Figueroa, esta lucha no está bañada por las simples ansias de un lugar en la sima del poder, por el contrario es una encarnizada guerra de clases sociales, de liberación de los  caudillos instaurados, en donde la participación del venezolano común está presente en todo momento en un papel protagónico innegable.

Cada uno de estos historiadores en sus distintos contextos, realizaron análisis sobre la guerra independentista venezolana de forma contrapuesta una de la otra. La forma más adecuada para realizar un planteamiento que sea lo suficientemente acertado como para no poner en tela de juicio las opiniones de estos dos autores, es estudiar el contexto histórico en sus distintas facetas, a fin de tratar de enmarcar el movimiento independentista en la teoría que mas se ajuste a la realidad,  sin alterar la historiografía que se ha  realizado a través de los años sobre el tema.


En el año de 1919 se edita una de las obras más importantes de Vallenilla Lanz, Cesarismo Democrático, en ella expone lo que para el fue la guerra de independencia,  tocando el tema con profundidad, pero desde su perspectiva positivista. En esta obra Lanz expone con claridad su tesis de guerra civil, y para su explicación argumenta que para 1813 las batallas libradas por el ejército libertador al mando de Simón Bolívar eran simplemente una lucha entre los mismos venezolanos (lucha de castas), ya que para la fecha no se encontraba un número considerable de soldados españoles en el país como para desatar una gran lucha de carácter internacional.

Del año 13 en adelante, hasta la llegada de Morillo, apenas arriban a nuestras playas alrededor de 1.500 hombres; y es de hacer notar que en ese período es cuando Bolívar realiza su prodigiosa campaña desde Cúcuta con las batallas de Niquitao, Barquisimeto, Bárbula, Las Trincheras y Araure; cuando José Félix Ribas combate en La Victoria con la juventud de Caracas contra los puros llaneros de Guárico; cuando Campo-Elías, tan español como Boves, combate contra éste mandando ambos tropas venezolanas[…] en todo ese largo período de cruentísima guerra yo no veo otra cosa que una lucha entre hermanos, una guerra intestina, una contenida civil y por más que lo busco no encuentro el carácter internacional que ha querido darle la leyenda.[1]

Una lucha entre hermanos, una lucha entre los mismos venezolanos. Son estas las acciones descritas por Vallenilla sobre las riñas de la guerra de Independencia ¿Es decir que en Venezuela no había represión española como tal, tan solo dos años después de la firma del acta de Independencia el 5 de julio de 1811?  ¿Ya Venezuela no se encontraba bajo el yugo de los derechos de Fernando Séptimo? O mejor aun ¿Es que acaso tan solo porque Napoleón invadió España en 1808, los derechos de Fernando Séptimo en sus colonias indianas ya no estaban vigentes, y todos los españoles habían decidido abandonar las tierras? No creo que esto haya podido ser así de sencillo, por el contrario las clases sociales dominantes dentro del territorio aun se encontraban constituida en su mayoría por españoles, no obstante se hallaban adoctrinadas por las ideas imperialistas y represivas de la corona española.

Esta teoría es respetada y muy aceptada, aunque no precisamente es totalmente compartida, ya que por otra parte se puede encontrar en una disyuntiva con otras teorías que permiten tener una visión de los hechos y una perspectiva diferente a la de Lanz.
           
Tal es el caso de la teoría marxista del historiador Federico Brito Figueroa, quien en su gran trabajo doctoral  Historia Económica y Social de Venezuela describe los hechos independentistas a través de la lucha de clases, dejando claro que si fue una batalla donde el pueblo se libraba del dominio español y de sus influencias dominantes sobre las clases más pobres.
      
El más agudo de los historiadores positivistas venezolanos, y, lamentablemente, el teórico más inteligente de las dictaduras hispanoamericanas, intuyendo algunos de los intereses de clases presentes en la revolución nacional de Independencia, la caracteriza como una guerra civil, formulación que a juicio suyo”…no amengua en nada la gloria de nuestros libertadores.  Toda guerra entre hombres es una guerra entre hermanos, la única distinción que puede hacerse es la guerra justa, guerra injusta; y la humanidad hace mucho tiempo que considera como las mas justas de todas las revoluciones aquellas que llevan por objeto la emancipación de los pueblos. [2]   

Brito Figueroa hace referencia a las palabras que Vallenilla dejo asentadas en Cesarismo Democrático, reconociendo que el trabajo de Lanz ha podido profundizarse más allá del simple hecho de pensar, que la guerra de Independencia haya podido ser solo una lucha de poder. Dentro de estas palabras están los rasgos definidos de la tendencia de Brito Figueroa y las contradicciones generadas en las de Vallenilla Lanz, ya que en el fragmento citado “[…] toda guerra entre hombres es una guerra entre hermanos […]”, de Víctor Hugo, tomado por Lanz como fuente de inspiración en Cesarismo Democrático, se demuestra que en la guerra de Independencia de Venezuela pudo haber distintos intereses socio-económicos, mas esto no quiere decir que no se haya luchado incansablemente con las tropas españolas, que gracias a la intervención de Napoleón en España no lograron fortalecerse más, ya que Fernando Séptimo se encontraba detenido, y fue este hecho el que permitió la distracción de la corona con respecto a sus colonias iberoamericanas, mostrándose el momento adecuado  para una organización emancipadora en Venezuela.

Con estas palabras no trato de decir que Napoleón nos haya dado una mano,  todo lo contrario, ya que de haber tenido oportunidad el mismo hubiese organizado tropas y nos hubiese intentado invadir, con el simple hecho de apoderarse de un tozo mas del universo como eran sus planes distorsionados. Con esta acotación solo trato de dar sentido a los acontecimientos acaecidos en el periodo de Independencia, ya que para el momento en que Morillo se organizó para retomar el poder en las colonias en 1813,  ya era demasiado tarde, Venezuela ya se encontraba en un momento transitorio de luchas independentistas.

La correspondencia de Morillo con el gobierno español es un largo lamento por el abandono en que le habían dejado; pero es a la vez un himno al valor y a la constancia de nuestros libertadores. Cuatro años después de haber llegado a Costa Firme, donde parecía iba a restaurar para siempre la dominación española en América, el ejército de Morillo estaba reducido a menos de la tercera parte.[3]

Y son esas las razones por las cuales el ejército español no logró retomar el poderío, no logro legitimar los derechos del magno Fernando Séptimo, quien decae de manera paulatina ante la espada justa de las luchas encarnadas por los libertadores de América. Pero la guerra de Independencia tristemente se ve empañada por los intereses de la burguesía aun existente, que fortalecida y empeñada en resguardar todos los derechos de la corona española, no solo se sentían perjudicados por estos movimientos de independencia, sino que sabían que perderían todos sus beneficios ya que le serian retirados ante tal situación.

Así como muchos decidieron huir abandonando todo antes de que fuese demasiado tarde, y pidiendo resguardo a las autoridades españolas, otros simplemente decidieron ponerse en contra de los movimientos luchando en contra de todo ideal subversivo.

El famoso Marques de Toro quien apoyó, junto a su hermano Fernando, el movimiento del 19 de abril de 1810, vale la pena destacar que participó además como firmante del Acta de Independencia, fue uno de los cobardes que una vez más como ya lo hacía en anteriores oportunidades ante situaciones peligrosas donde se sentía en riesgo, huye  refugiándose con su hermano en Trinidad. Y trata de ponerse a salvo ante los focos de violencia desatados en el país. Regresando después de la batalla de Carabobo en 1821.


Más que conveniente dicho Marques, de clase burguesa, jugaba de la manera más conveniente y miserable que un hombre de armas puede jugar. Así como este personaje de renombre muchos otros actuaron a conveniencia antes, durante y después de la guerra de Independencia.

El fenómeno es complejo, porque el proceso general de la revolución nacional de independencia se entrelazaron las pugnas – a veces sordas, soterradas, a veces violentas- que libraban las clases y categorías sociales desde la época colonial, con elementos de naturaleza diferentes (relacionados con la contradicción entre nación y metrópoli), que contribuyeron a imprimirle fisonomía propia a la guerra nacional de independencia.[4]

El proceso independentista no puede estar marcado netamente por la lucha de poder, así como lo hizo ver el insigne José Antonio Páez, quien fue muy valeroso en sus luchas en los llanos. Comenzó en las filas contra los republicanos a finales de 1810, Bajo las órdenes del coronel Pulido,  posteriormente del coronel García de la Serna. Tiempo después  tras rechazar la orden de capitán se une a los republicanos en Santa Barbará de Barinas, y se une como sargento a las tropas patriotas nuevamente bajo las órdenes de Pulido. Lucho en diferentes batallas, fue apresado por los realistas y se logro escapar de ser fusilado. Ya a finales de septiembre de 1814 se une a las tropas de Rafael Urdaneta, y al pasar a ser segundo Comandante del regimiento de caballería que dirigía el comandante Francisco Olmedilla, participa en la toma de Guadualito el 29 de enero de 1815.

Páez realiza importantes ataques que debilitaron las tropas españolas, como lo fue la batalla de Mucuritas en 1817, y en ese mismo año libra las batallas de San Antonio de Apure (13 abril), paso de Apurito (18 junio), paso de Utrera (20 junio), toma de Barinas (14 agosto), y Apurito (8 noviembre).  Ya para el 2 de abril de 1819 Páez libra una de sus más importantes batallas, la de las Queseras del Medio, donde por tener una actuación admirable Bolívar lo condecora al día siguiente con la Orden de los Libertadores por su valerosa lucha contra Morillo. Y no puedo finalizar este aspecto biográfico interesante de Páez sin antes mencionar que lucho junto a Bolívar en la batalla decisiva del cierre de nuestra independencia que fue la magistral Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821.

Esta resumida biografía sobre José Antonio Páez solo busca legitimar la lucha cuerpo a cuerpo que protagonizaron individuos valeroso como el. Y a su vez también trata la reflexión sobre el tema de intereses dentro de la guerra de Independencia. Si bien es cierto que Páez lucho con gran entereza junto a sus generales al mando, y junto al Libertador Simón Bolívar, también es cierto que años más tarde una vez que el mismo logra tener una posición lo bastante poderosa dentro del congreso, tumba y pisa los ideales principales que una vez movieron las luchas independentistas en Venezuela, olvidando por completo aquello que lo movió un día a luchar por la patria. No solo aboga y acepta la separación de Venezuela y Colombia, sino que expulsa a Bolívar negándole todo derecho en el territorio. El caudillo del llano legitimo su poder el 11 de abril de 1831 como Presidente Constitucional de Venezuela.

He aquí la prueba de que si había unas ansias de poder que al principio aparentaron ser la lucha desinteresada por el bienestar de la patria. Este gran luchador como muchos lo han descrito por sus victorias y su lucha,  después de un tour por el mundo y tras haber sido derrotado en Venezuela a su regreso, Páez es obligado a salir del país lo que lo lleva a volver a los Estados Unidos donde  murió como todo un señor exiliado en Nueva York  6 de mayo de 1873.

Todo punto de vista positivista defiende la tesis de que la guerra de independencia fue un total desastre, una lucha de castas, una guerra de poderes, una guerra entre hermanos, una guerra sin desventajas para los independentistas desde el punto de vista militar, en fin una lucha que no tuvo nada que ver con un hecho exclusivo de liberación colonial  que no pretende para nada, desde su visión, deslegitimar la posición de los próceres de la Independencia. Para los positivistas la lucha que se libraron en grandes territorios como las campañas de Alejandro Magno o las magistrales Luchas de Napoleón Bonaparte si son guerras de verdad, más una lucha de soldaditos de plomo como la guerra de Independencia de Venezuela, que no solo es de Venezuela sino de sur América, solo fue una pequeña guerra interna. Y es justo como lo indica el gran historiador del siglo XX, el Doctor Germán Carrera Damas nuestras guerras intestinas, que no es más que la refinada palabra que describe una guerra civil.

La teoría positivista no solo busca desmontar el cuadro de una guerra independentista, sino también intenta en un cierto grado con sus análisis disfrazados retirar del podio la figura de los grandes próceres de la independencia, todo lo contrario a las teorías marxistas o las teorías revolucionarias que buscan enaltecer los hechos acaecidos en la nación, marcando el nacionalismo y acentuando las bases que mantengan el fortalecimiento del patriotismo y la soberanía.


Germán Carrera Damas en El Culto a Bolívar:

Y es que el culto a la figura histórica de Bolívar disca mucho de ser una creación literaria, nacida del patriotismo exaltado y de la sensibilidad superexcitada de uno o de varios escritores. Dicho culto ha constituido, en propiedad de términos, una necesidad histórica, sin que por ello deba entenderse más de lo que el concepto de necesidad pueda expresar en el orden histórico. Su función ha sido la de disimular un fracaso y la de retardar un engaño, y la ha cumplido satisfactoriamente hasta ahora[5]






Federico Brito Figueroa, Historia Económica y social de Venezuela:

La guerra nacional de independencia adquirió el carácter de una aguda y profunda lucha social de amos contra esclavos, terratenientes contra población rural enfeudada, y una lucha étnica definida por las pugnas igualmente violentas de negros, mulatos y zambos contra blancos. Este fue un fenómeno imponderable no previsto por las clases dominantes, criollas que aspiraban a romper los lazos de la denominación colonial pero también a mantener intacta la estructura económica que en el territorio venezolano expresaba el fundamento de este régimen. Pese a que algunos de sus más lúcidos de sus representantes, influidos por la ideología democrático-burguesa señalaron la necesidad de cambiar estructuralmente aquel orden, llegando a propugnar la abolición de la mano de obra esclava y la democratización de la propiedad territorial agraria, cual fue el caso de Simón Bolívar desde 1816. [6]
        

Laureano Vallenilla Lanz, Cesarismo Democrático:

En nuestra guerra de independencia la faz más trascendental, la más digna de estudio es aquella en que la anarquía de todas las clases sociales dio empuje al movimiento igualitario que ha llenado la historia de todo este siglo de vida independiente. [7]





Biografías
Germán Carrera Damas

Historiador, nacido en Cumaná, en 1930. Profesor titular tres (jubilado) de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela. Maestro de Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México, revalidó la licenciatura y obtuvo doctorado en su escuela, de la que fue director. Fundó la cátedra de Historia de la Historiografía Venezolana y los seminarios de la misma materia y de Técnicas de Investigación Documental. Desempeñó la cátedra Simón Bolívar en la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Inauguró la cátedra Simón Bolívar en las universidades de Colonia, República Federal Alemana, y Nacional Autónoma de México. Desempeñó la Bacardy Family Child for Eminent Scholars en la Universidad de Florida, Estados Unidos. Es profesor visitante en las universidades de Londres y Oxford. Como experto colaborador de UNESCO es presidente del comité internacional de Redacción de la Historia General de América Latina y miembro del buró del comité científico internacional encargado de la redacción de la nueva versión de la historia del desarrollo científico y cultural de la humanidad. En su obra destacan Historia de la Historiografía Venezolana. Textos para su estudio; El Culto a Bolívar; Boves: aspecto socioeconómico de la guerra de independencia; Una Nación llamada Venezuela; Historia Contemporánea de Venezuela. Bases Metodológicas y Venezuela: poder social y proyecto nacional.

Federico Brito Figueroa

Venezolano, nacido en la Victoria el 2 de noviembre de 1921, falleció en Caracas el 28 de abril de 2000. Fue historiador profesional, profesor de Geografía e Historia, licenciado en Antropología, licenciado en Historia, maestro en Ciencias Antropológicas y doctor en Antropología. Egresado del antiguo Instituto Pedagógico Nacional; de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México y de la Universidad Central de Venezuela, con estudios de especialización realizados en el Instituto Francés para la América Latina (IFAL) y en el Instituto de Altos Estudios de América Latina, México y París, respectivamente. Es autor de 64 libros y folletos, que constituyen una significativa aportación a la comprensión de la historia venezolana en el cuadro latinoamericano y mundial. Autor, además de 865 ensayos y artículos publicados en la página de opinión, suplemento cultural de Últimas Noticias y en revistas especializadas en Historia y Ciencias Sociales. Algunas de sus obras han sido traducidas a ruso, húngaro, francés, rumano, italiano y chino. En 1950 obtuvo el Accesit en el concurso nacional patrocinado por el Centro Histórico de Estudios Mirandinos; en 1960-1961 el Premio Municipal de Prosa; en 1964 el Premio Andrés Bello, mención Historia, patrocinado por la Asociación de Escritores Venezolanos; en 1966-1967, con el libro Venezuela siglo XX, obtuvo en Cuba el Premio Casa de las Américas, mención ensayo. En noviembre de 1990 la Academia Nacional de la Historia le otorga el Premio Nacional de Historia Francisco González Guinand, tomando en consideración su labor como historiador. Ha desempeñado la docencia en todos los niveles de la educación siendo director general de investigación y postgrado de la Universidad José María Vargas, profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, profesor en el postgrado de la Universidad Católica Andrés Bello y jefe del Seminario Matriz de Tesis Doctoral en Historia de la Universidad Santa María. Fue profesor honorario en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador núcleo Barquisimeto y del Instituto Tecnológico Universitario de la Victoria, institución esta última donde funciona la Cátedra Libre Federico Brito Figueroa. En calidad de profesor visitante dictó cursos y conferencias en centros de altos estudios internacionalmente reconocidos, como el Colegio de México, Instituto de Altos Estudios para la América Latina (Universidad de París), Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos (Universidad de Bordeaux), Instituto de Historia e Instituto de América Latina (Academia de Ciencias de la URSS), Instituto de Historia de la Universidad Josef Attila (República Popular de Hungría), Universidad de Bogotá. Fue director de Estudios Asociados a la Escuela de Altos Estudios de Ciencia de París, en la que condujo un seminario de investigación sobre Historia y Sociología Agraria y Rural en Venezuela, y en la Universidad de Alcalá de Henares donde coordinó conjuntamente con Manuel Lucena Samoral la investigación Élites y Propiedad Territorial en Venezuela. Ha sido condecorado con la Orden 27 de Junio, con la Orden Andrés Bello, con la Orden José María Vargas, con la Cruz de la Policía Metropolitana, con la Orden al Mérito al Trabajo y con la Orden José Sanz, todas estas en primer grado. Ha sido condecorado igualmente con la Orden Ezequiel Zamora, la Orden Ciudad de La Victoria, la Orden Miguel Acosta Saignes, la Orden Roque Pinto primera clase en La Victoria y el botón de oro del Batallón Misilístico Antitanque General en Jefe Ezequiel Zamora. Igualmente, en 1970 fue galardonado con la Medalla Centenario de Lenin, por el Soviet Supremo de la URSS, y con la Orden Centenario de la República de Rumania en 1977. En su coordinación de historiador dirigió el centro de investigaciones históricas de América Latina y el Caribe (CIHALC). Además de historiador docente universitario a nivel de los altos estudios, fue periodista de opinión, director de tres revistas especializadas en Historia y Ciencias Sociales y redactor de la columna El Aula en la Calle y colaborador permanente del suplemento cultural de Últimas Noticias.

Laureano Vallenilla Lanz

Nació en la ciudad de Barcelona el 11 de Octubre de 1870, fallecido en Paris el 16 de noviembre de 1936. Sociólogo, historiador, periodista y representante del pensamiento positivista venezolano. Hasta la culminación del bachillerato, cursa estudios en su ciudad natal, y adquiere el hábito  de la lectura en la biblioteca de su padre. Seguramente en ella conoce a los autores que más  habrían de influir en su vida intelectual: Auguste Comte. Herbert Spencer, John Stuart Mill y Charles Darwin. Una vez concluida su educación media sigue estudios de ingeniería en la Universidad Central de Venezuela, pero los abandona después de 2 años. Comienza de inmediato a incursionar en el periodismo capitalino, pero en breve se marcha a Puerto La Cruz para ejercer su primer puesto público: interventor de la aduana de Guanta (1892); a poco, se convierte en secretario del presidente del estado. Regresa a la capital, reanuda el ejercicio del periodismo y se relaciona con la tertulia culta de El Cojo Ilustrado. Su polémica con Nicomedes Zuloaga en torno a la figura de José Antonio Páez (1896), le da renombre como investigador de temas históricos. Aun cuando no ha tenido hasta entonces ninguna participación política de entidad, sufre el rigor del régimen castrista. Cuando estalla la Revolución Libertadora, es hecho preso a mediados de 1902 por juzgársele  sospechoso de participar en la conspiración contra el gobierno, en la cual sí se encuentran involucrados sus 2 hermanos, Baltazar  y Agustín. Derrotada la revolución, logra con sus intervenciones en la prensa la libertad de sus hermanos, encarcelados en el castillo de San Carlos (Edo. Zulia) y recibe de Castro el nombramiento de cónsul de Venezuela en Ámsterdam. En 1904, se marcha a Europa y permanece allí hasta 1910, lapso durante el cual perfecciona en París sus conocimientos humanísticos como alumno oyente en la Sorbona y en el Collège de France. Influyen entonces notablemente en su concepción de la sociedad y de la historia, los siguientes autores: Charles Langlois, Ernest Renan, Charles Seignobos, Gustave Le Bon, Hippolyte Taine y Célestin Bouglé. En 1907, es designado cónsul en Santander (España). Retorna a Venezuela en 1910, a comienzos de la gestión gomecista. Encuentra abiertas las páginas  de El Cojo Ilustrado, El Universal y El Tiempo, para escribir como columnista permanente; más  adelante, adquiere nueva notoriedad cuando obtiene el primer premio en el certamen promovido para conmemorar los sucesos que iniciaron la independencia nacional; el trabajo galardonado se titula Influencia del 19 de abril de 1810 en la independencia suramericana. Conoce en esa oportunidad al presidente Juan Vicente Gómez e inicia en lo adelante una destacada carrera política, mientras mantiene una permanente actividad entre los círculos de la cultura oficial. Superintendente de Instrucción Pública (1910), director del Archivo Nacional (1913-1915), asume desde 1915 hasta 1931, la dirección del periódico El Nuevo Diario, vocero oficioso del gobierno. Su labor de publicista cotidiano del gomecismo, la recoge en los 2 volúmenes, titulados Campañas políticas de El Nuevo Diario que publica, respectivamente en 1926 y en 1928. Su obra más  conocida es Cesarismo democrático,  editada en 1919, donde utiliza la metodología y los supuestos teóricos de la escuela positivista, examina en ella el pasado venezolano en estrecha relación con la coetaneidad, para concluir en la justificación del caudillo como «gendarme necesario», al considerarlo como un corolario natural de la evolución colectiva de la sociedad venezolana. De gran difusión continental, traducido a varios idiomas y generador de trascendentes polémicas, no es apresurado juzgar a Cesarismo democrático  como uno de los textos más  importantes del positivismo  latinoamericano. En 1921, Vallenilla recoge trabajos dispersos en Críticas de sinceridad y exactitud, y en 1930 edita otro libro de extraordinaria importancia: Disgregación e integración. Este trabajo examina con solvencia y profundidad el divorcio de las instituciones venezolanas con la realidad y reconstruye, en términos críticos novedosos para entonces, la estructura social de Venezuela colonial. Senador por el estado Apure (1916), presidente del Senado (1920, 1923, 1930-1931), es nombrado ministro plenipotenciario de Venezuela en París (1931) donde reside hasta su muerte. Miembro de la Academia Nacional de la Historia (1918) y director de la misma (1924-1927). 




[1] Laureano Vallenilla Lanz, Cesarismo Democrático, Caracas, editorial Monte Ávila Latinoamericana, 1994,    p42.
[2] Federico Brito Figueroa, Historia Económica y social de Venezuela, tomo I, Caracas, Ediciones de la biblioteca de la UCV, 2005, P 191. 
[3] Laureano Vallenilla Lanz, Ob. Cit., p49.

[4] Federico Brito Figueroa, Ob. Cit., p191. 

[5] Germán Carrera Damas, El Culto a Bolívar, caracas, Alfadil Ediciones, 2003, p42.  
[6] Federico Brito Figueroa, Ob. Cit., p270. 


[7] Laureano Vallenilla Lanz, Ob. Cit., p48.



Fuentes Bibliográficas

·         BRITO FIGUEROA, Federico, Historia Económica y social de Venezuela. Caracas, Ediciones de la biblioteca de la UCV, 2005, Tomo I, pp.424
·         CARRERA DAMAS, Germán, El Culto a Bolívar. Caracas, Alfadil Ediciones, 2003, pp.391  
·         VALLENILLA LANZ, Laureano, Cesarismo Democrático, Caracas, editorial Monte Ávila Latinoamericana, 1994, pp.314

·         PARRA PEREZ, Caracciolo, Historia de la Primera República de Venezuela,  Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1992, pp.623.