En virtud de lo
innegable,
En honor a lo
visible,
Está tu fuerza como
una luz absoluta,
Tu bondad y tu
grandeza.
Y mentiría si no te
diera importancia,
Y rompería el sentido
del universo,
Acabaría con lo
sagrado,
Mujer eterna, mi pasión
y mi pecado.
Quiero tener más que
letras,
Para honrarte a cada
momento,
Regalarte flores
todos los días,
Agua bendita,
soportadora de sufrimientos.
Haz tolerado el
machismo,
Has roto cadenas de
represión,
Y aun así has
perdonado lo indecible,
Has sostenido lo
insoportable.
Mujer divina, fruto
de la madre tierra,
Mujer al igual que
tú,
También ha soportado
condenas,
Y Solo tu mujer
divina,
Has tenido la magia
de hacerme feliz,
Desde mi madre, hasta
mi patria,
Desde la tierra,
hasta mi hermana,
Todas son mujeres y
son sagradas,
Y todas las mujeres
del mundo,
Por mi ser serán
amadas, cuidadas y respetadas.
Jesús Calderín
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