UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE HUMANIDADES
HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA por Jesús Calderin
Análisis
Antropología e
Historia, una y otra como dos hermanas, juntas e inseparables; pero a la vez
cada una con sus distintos parámetros y mostrando sus atributos sin
alteraciones en sus estructuras. Parece sumamente complicado tratar de ver la
historia alejado de los estudios antropológicos y viceversa, pero esto no debe
afectarnos ni causarnos contradicciones a la hora de estudiar dichas
disciplinas.
No se trata de
una mezcolanza de ideas y de estudios que en manos de profesionales se juntan
sin ningún rigor para tratar de dar sentido a hechos y objetos a diestra y
siniestra, ni mucho menos unos recoge huesos y pedazos de cerámicas que se dan
a la tarea de observar por horas estos restos viejos de alguna cultura que
yacía en algún espacio geográfico, y que posteriormente junto con una cantidad
de investigadores de papeles deteriorados, comienzan a escribir como locos lo
que creen que formó parte la vida humana. Tampoco este hecho quiere decir que
deben ser vistas como agua y aceite, (juntas pero no revueltas). Sino como dos
disciplinas con dos formas de estudios distintos, que mantienen un orden y un
rigor estricto, y que se complementan a manera de- darse una mano- sin
modificar la una a la otra.
Tal y como lo
indica Keith, existen diferencias básicas entre la antropología y la historia,
y es justamente lo que intenta denotar en el texto, sin deformar el concepto de
cada una, y lo que las distingue como dos grandes disciplinas que estudian el
comportamiento humano en sus desarrollos socio-culturales a través del tiempo. Una
de estas diferencias es que en la antropología social moderna, posee mayor
precisión en los estudios en comparación con la que se exponía en textos
históricos interpretativos. ¿Pero que tenemos que tomar en cuenta? Que los
textos antiguos no revelan una precisión absoluta de lo que pudo ser la
realidad, así que no puede negarse ningún tipo de planteamiento antropológico aun
cuando tuviese alguna imprecisión. Lo único que pudiese arrojar equivocaciones
es la comprobación de dichas teorías es el descubrimiento de nuevos estudios antropológico
que demuestren lo contrario.
La antropología
generalmente es utilizada para realizar estudios de pequeñas civilizaciones,
englobando todos sus aspectos como un todo, como por ejemplo los Incas en su
desarrollo social, cultural, mítico religioso, etc. Mientras que la historia se
encarga de separar los aspectos para estudiarlos en lo particular como por
ejemplo historia de la cultura Inca o
Historia mítico-religiosa de la cultura
Inca. Definiendo así cada hecho por separado, aunque esto no hace que una
disciplina sea más especifica que la otra, ni mucho menos les resta importancia
o las desacredita.
La historia puede
ampliamente tomar las referencias antropológicas, ya que las mismas arrojan
datos más precisos sobre el estudio de alguna determinada sociedad. Esto es
generado por la forma práctica de la antropología a la que he decidido llamar
(pureza natural), que no es más que el contacto directo con el vestigio como
muestra absoluta de la existencia de una determinada cultura. ¿Qué quiero decir
con esto? Que la historia necesita, a mi modo de ver las cosas,
obligatoriamente de la antropología para reconstruir cualquier hecho pasado que
sea objeto de estudio. Por ejemplo, un vestigio de la cultura azteca que yace
del año de 1450, complementado con un texto encontrado en los archivos de
indias sobre la llegada de Hernán Cortés en el año de 1519 a México, puede
darnos una idea de la vida de esta civilización hoy extinta tal y como fue concebida.
Este pasaría a ser un magnífico trabajo de la historia de la cultura Azteca, como muchos que se han realizado con
referencias similares.
De cualquier
manera los análisis detallados realizados por los antropólogos en sus informes
de investigación, complementan de manera contundente el trabajo del
historiador. Y tal y como es señalado por Thomas, existe un estimulo mayor para
que los historiadores lean antropología, y este estimulo no es más que la
exquisita información que se encuentra inmersa en los estudios antropológicos,
y que son de gran ayuda para la reconstrucción de hechos históricos.
Otro hecho
relevante es que en la antropología los mitos y leyendas, son parte del un
proceso que en cada cultura puede relacionarse con los comportamientos actuales,
claro está que con evoluciones que se han presentado a través del tiempo.
Mientras que los historiadores toman esto como hechos que se presentaron dentro
de una determinada sociedad y que no necesariamente están aun presentes en los
individuos que la conforman.
Un punto muy
interesante que trata el autor es que el estudio de la familia inglesa aun no
ha comenzado, y la antropología ha jugado un papel fundamental en la
reconstrucción de hallazgos que contribuyen con el estudio de las
descendencias, la herencia y los matrimonios, y que si la historia quisiera
realizar trabajos sobre los hechos pasados de esta sociedad sin pretender pasar
por estos estudios antropológicos, terminaría obviando muchos de estos
acontecimientos, a tal nivel que podrían realizarse trabajos sumamente
subjetivos y especulativos de poca validez. Vale la pena destacar que este
detalle es sumamente importante para los estudios de reconstrucción histórica.
En el caso particular de la América prehispánica la antropología ha sido clave
y de gran valor, ya que sin los estudios realizados por los antropólogos sería
casi imposible conocer a cerca de todas las diferentes culturas que habitaban
el continente antes de la llegada de los conquistadores. ¿Por qué?
Sencillamente porque las fuentes historiográficas existentes datan de la
llegada de los españoles, desde Colón en 1492, pasando por Bartolomé de las
Casas a partir de 1511 y posteriormente toda la serie de cronistas,
exploradores y naturalistas que emprendieron viajes al continente. Todas las
fuentes anteriores compuestas por pictogramas, expresiones en pinturas y utensilios, que
sumado a las ruinas de los asentamientos de los aborígenes ya desaparecidos en
su mayoría, conforman la variedad de pruebas existentes que dan fe de las diferentes
formas de vida de nuestros antepasados, toda esta como parte de la tarea y del
esfuerzo que desempeña la antropología.
No todo son
diferencias entre la antropología y la historia, pero tampoco todo es similitud.
Son disciplinas diferentes que mantienen una dialéctica constante bajo los
mecanismos estructurales por los cuales están conformadas. El dinamismo es
constante e indetenible en ambas, y sus ambiciones en parte son las mismas; la
lucha por la investigación y la veracidad de los hechos pasados, sin perder de
vista sus estructuras sociales y los rasgos característicos que definen a
dichas culturas pasadas. La influencia en las sociedades futuras, sí son un
factor fundamental en la historia, y a pesar de que el positivismo casi haya
acabado con el sentido verdadero del estudio histórico, bien vale la pena
agradecer el esfuerzo de los etnohistoriadores que han trabajado
incansablemente por reivindicar la validez de las fuentes orales y los
hallazgos que los antropólogos han estudiado durante tantos años, a fin de poder
darle un bien merecido puesto en la historia a todas aquellas culturas paradas
que no dejaron fuetes escritas que certifiquen su existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario