Siempre
he querido agarrar toda el agua con una mano,
Tocar
el cielo con un dedo,
Ver
el infinito con mis ojos,
Pero
he tenido que esperar.
Quise
equivocarme sin saberlo,
Rectificar
sabiéndolo,
Amar
sin sentido,
Pero
he tenido que perder.
He
querido pensar en dos cosas,
Sacar
de mi mente cada pensamiento,
Quise
enmendar las cosas,
Y
ya no se puede volver atrás.
Hoy
solo sé que he querido demasiado,
Que
no se tiene todo lo que se quiere,
Que
no se vive dos veces,
Y
mucho menos se muere otra vez.
Ya
sé lo que quiero,
Ya
sé a dónde ir,
Ya
no estoy sin rumbo,
Pero
si estoy sin ti.
Cuando
dije lo que te he dicho,
Jamás
he dicho mentiras,
Solo
te he dicho verdades,
Que
son parte de mi vida.
Que
fortuna de aquel que tiene tu amor,
Que
millonario debe sentase,
Porque
no hay premio más grande,
Que
el de contigo unirse.
Dios
bendiga tu alma,
Dios
bendiga tu vida,
Dios
bendiga ese todo,
Tan
grande que eres vida mía.
Yo
sigo fiel a mis palabras,
Y
a lo que te dije un día,
Esperar
sentado o parado,
Da
igual porque jamás me cansaría.
No
puedo luchar contra la corriente,
No
puedo detener el destino,
Y aunque
esté preso en este amor,
Sé
que este amor es solo mío.
Quizá
hoy te este amando,
Mañana
te seguiré extrañando,
Pero
eso ya no me importa,
Porque
aquí seguiré esperando.
Jesús Calderin
No hay comentarios:
Publicar un comentario