Caminando me
encuentro con tantas cosas interesante,
Grandes,
pequeñas, de todos colores y todas visibles,
Unas móviles y
otras inmóviles, y la mayoría de ellas son frías.
No tienen ese
calorcito que emana del cuerpo humano,
El de sangre
caliente que mueve al ser, y estos objetos abundan.
Entre tanta
basura sin sentido encuentro seres humanos viviendo,
Y adentrándose
cada vez más en ellos, prácticamente sin movimiento,
Y entrando en
un mundo de comunicaciones a distancia e invisibles.
Sus vidrios
cerrados, la frente en alto y la mirada que se pierde en el fondo
En un punto
infinito cuando caminan, sin interactuar los unos con los otros.
Se siente la
repugnancia cuando hay un mínimo de roce entre hombros,
Y una mirada
amenazante suele ser el saludo que acompañe el rechazo.
Vuela por los
aires una moneda al mendigo que en el suelo espera con cara de resignación,
Típica mirada
de su día a día.
La meretriz
que bajo la noche oscura camina sin detenerse buscando su clientela,
Y detrás le
pisa el que la ley maneja con abuso en el uso de su autoridad.
Y ante todo
esto sigo andando de un lado al otro observando todo un mundo dentro del mundo.
Y sin el
mínimo reflejo me dirijo a mi destino sin detenerme ante nada,
Sin parar en
mi movimiento natural. Y me pregunto ¿Soy yo uno más de tantos?
Y me pregunto
¿Eres tú uno entre tantos?...
Yo no tengo
esa respuesta, porque muchas veces soy yo quien ve el punto al infinito. Yo no
puedo
Responderte
porque eres tú quién ve ese mismo punto y nunca chocamos para hablar.
¿Cuántas veces
hablamos? ¿Cuántas veces nos vemos? ¿Cuántas veces nos tocamos, para ver que
tan viejos nos
vemos? … ¡Pocas!, son tan pocas que a veces no recordamos cuando fue la última
vez ¿Cuándo
amamos? ¿Cuándo nos hacemos el amor? ¿En qué momento dejamos la basura
material y nos
comenzamos a relacionar y a conocernos sin rango, ni jerarquía, sin racismo
ni clasismo,
sin preguntar de que partido político eres para dejarte de hablar y rechazarte
si no me
gusta?
Sigo caminando
y esperando que esto no se vuelva infinito como el punto y que nunca lo pueda
Alcanzar. Solo
espero mientras camino el momento justo para no arrepentirme, para no sentirme
Inútil. Sigo
esperando por ti y sigo creyendo que existes, que no eres virtual, y que el
amor te
Acercará a mi
todos los días para hacernos eternos y juntos respondernos lo que el resto
quizá
Jamás quiera
responderse por miedo a no reconocerse así mismo en una apariencia virtual.
Jesús
Calderín
No hay comentarios:
Publicar un comentario